El Prolapso De La Valvula Mitral (PVM)

El Prolapso De La Valvula Mitral

¿Cuál es la causa del prolapso valvular mitral?
El prolapso valvular mitral (PVM) es una de las enfermedades más comunes del corazón pero sigue siendo en parte una incógnita. Aunque el PVM afecta a aproximadamente el 2 a 5 % de la población, se desconoce su causa. El PVM a menudo se produce en personas que no tienen ningún otro problema cardíaco y posiblemente se trate de una enfermedad hereditaria.
La válvula mitral se encuentra en el corazón, entre la cavidad superior izquierda (la aurícula izquierda) y la cavidad inferior izquierda (el ventrículo izquierdo). La válvula mitral consiste en dos hojuelas denominadas «valvas».
Normalmente las valvas se abren y cierran en forma coordinada para que la sangre fluya en una dirección: de la aurícula al ventrículo. El ventrículo izquierdo es la principal cavidad de bombeo del corazón e impulsa sangre rica en oxígeno a las arterias que llevan la sangre a todo el organismo.
Pero en pacientes con PVM, una o ambas valvas se han agrandado. En lugar de cerrar correctamente, una o ambas valvas se abomban hacia la aurícula permitiendo a veces que pequeñas cantidades de sangre vuelvan a la aurícula. Al auscultar el corazón con un estetoscopio, el médico puede oír un "clic", producido por el movimiento de las hojuelas.
¿Cuáles son los riesgos del PVM?
A veces el PVM puede dar lugar a un fenómeno denominado «regurgitación mitral» o «insuficiencia mitral», que es cuando una gran cantidad de sangre se filtra hacia atrás por la válvula defectuosa. La regurgitación mitral puede producir un engrosamiento o agrandamiento de la pared del corazón porque el corazón debe bombear más para compensar el retorno de sangre. A veces puede producir una sensación de cansancio o falta de aliento. La regurgitación mitral generalmente puede tratarse con medicamentos, pero algunas personas necesitan una operación para reparar o sustituir la válvula defectuosa.
¿Cómo se trata el PVM?
En la mayoría de los casos, el PVM no es un problema grave, aunque algunos pacientes sientan palpitaciones o dolor intenso en el pecho. La mayoría de los pacientes no necesitan tratamiento. El PVM no impide que una persona lleve una vida productiva, pero debe ser controlado periódicamente por un médico.